ANOCHECIENDO Fuego redondo, el sol estiraba sombras cubriendo el campo, los últimos pájaros del día apañaban su aleteo cansado. Unas ramas secas hicieron oír su quejido, siseó el pajonal su reclamo de descanso…, se perdió un relincho embozado en la laguna. Alertó un tero tu paso silencioso, secó tus pies el polvo del camino, solo la braza de tu cigarro enlazó" /> ANOCHECIENDO Fuego redondo, el sol estiraba sombras cubriendo el campo, los últimos pájaros del día apañaban su aleteo cansado. Unas ramas secas hicieron oír su quejido, siseó el pajonal su reclamo de descanso…, se perdió un relincho embozado en la laguna. Alertó un tero tu paso silencioso, secó tus pies el polvo del camino, solo la braza de tu cigarro enlazó" />

Poesía de mi amiga María Rosa Oviedo

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ANOCHECIENDO

Fuego redondo, el sol estiraba sombras cubriendo el campo, los últimos pájaros del día apañaban su aleteo cansado. Unas ramas secas hicieron oír su quejido, siseó el pajonal su reclamo de descanso…, se perdió un relincho embozado en la laguna. Alertó un tero tu paso silencioso, secó tus pies el polvo del camino, solo la braza de tu cigarro enlazó un rayito de luz y lo acercó a tu boca. Anochecía…anochecía.

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