LAS FATALES LEALTADES FAMILIARES

«No cuentes eso, le harás daño a tu familia»

Qué fuertes son a veces esos mandatos familiares que exigen pertenecer, aún a costo de algún pedacito de alma. Los hijos necesitan sentirse protegidos y amparados por el medio familiar, cada uno a su manera, nos mostraría la astrología en su teoría de las lunas. Y protegerse es cubrirse, como se pueda. Y muchas veces aceptar sobornos, asumir la negación. Y así crecer, pidiendo que no me dejen, y pagando un costo excesivo la mayoría de la veces. Y la vida seguramente desafiará…y lo que quiero retener se irá. Porque madurar ese sentimiento es saber ver y encontrar en otros y en mí el amparo, aquel que no es solo una necesidad, aquel que no me convierte en dependiente, ni en mendigo emocional. Tal vez sea necesario acompañar terapéuticamente el tremendo dolor de comprender que hay lealtades que matan, o tal vez, condenado al desabrigo tal vez siga pagando costos, exigiéndome no ver, buscando adicciones que tapen o simplemente construyendo corazas para amortiguar el dolor. Y el cuerpo hablará, como pueda.

La realidad…hay lealtades familiares fatales…

1 comentario en «LAS FATALES LEALTADES FAMILIARES»

  1. Si. En ese sentido, fue liberador para mí…realizar una enmienda al cuarto mandamiento (que me atravesaba, más allá de no ser
    religiosa/ practicante ): «Honraras a tu padre y a tu madre»…(coma, si se lo merecen).
    Y leer a Alice Miller, también, por supuesto. («Por tu propio bien» y «El cuerpo nunca miente»).

    Responder

Deja un comentario

Sitio protegido por Google reCAPTCHA. Ver políticas de privacidad y términos de servicio.
Desarrollo Web Efemosse